A finales del siglo pasado la NASA comenzó a desarrollar un vehículo que, de seguir adelante, bien podría haber revolucionado el acceso al espacio. Hablamos, claro está, del X-33, un proyecto prácticamente olvidado por la mayoría y que sin embargo que se ha convertido en un auténtico mito de la historia de la astronáutica. Para muchos, el X-33 fue la gran oportunidad perdida, el último intento serio de crear un sistema de lanzamiento barato y reutilizable que hubiese podido revolucionar el acceso al espacio.