En esta nota vamos a demostrar cómo mover una máquina virtual en Hyper-V desde un servidor a otro, mantenido la misma en funcionamiento, y además sin perder (prácticamente) conectividad con la misma, o interrupción del usuario
Debemos aclarar dos puntos importantes:
- Primero y principal, esto lo haremos sin necesidad de tener armado un Failover Cluster
- Y segundo, que esto no es un sistema tolerante a fallas. Simplemente permite mover una máquina virtual desde un servidor Hyper-V a otro sin afectar su funcionamiento
La infraestructura de partida es muy simple, son sólo tres equipos con Windows Server 8- Customer Preview, configurados como sigue:
- DC1: Controlador de Dominio
- Hyper1:Servidor miembro del Dominio
- Instalada funcionalidad Hyper-V
- Dos conexiones de red
- Una conectada a la red de Dominio
- Otra conectada directamente al servidor Hyper2
Para hacer la transferencia de virtuales sin afectar a la red productiva, aunque no es estrictamente necesaria
- Hyper2:Servidor miembro del Domini
- Instalada funcionalidad Hyper-V
- Dos conexiones de red
- Una conectada a la red de Dominio
- Otra conectada directamente al servidor Hyper1
Iguales consideraciones anteriores
- Instalada una máquina virtual Windows XP
Hago la prueba con XP pues es “liviana” en cuanto a consumo de recursos (que no tienen demasiados mis Hyper-Vs), pero podría ser con cualquier sistema operativo soportado
Podemos ver la configuración de Hyper1 y Hyper2 en las siguientes dos pantallas
Aunque en la siguiente pantalla vemos el procedimiento en Hyper1, esto debe ser efectuados en ambos servidores (Hyper1 y Hyper2)
Debemos seleccionar Hyper-V Settings, Live Migrations, habilitar “Enable incoming and outgoing live migrations”
Y como hemos añadido una red específica para hacer la migración la seleccionaremos
Recordar: hacerlo en ambos servidores
Antes de comenzar el movimiento de la virtual, dentro de la misma ejecuto un “PING -t” al Controlador de Dominio, para observar si hay pérdida de conectividad, y tener una estimación de cuánto dura.
Análogamente hago un “PING -t” desde uno de los servidores hacia la máquina virtual (el XP)
Ahora en Hyper2, que es donde está ejecutándose la virtual, en Hyper-V Manager, con botón derecho sobre la virtual, elegimos Move
Y comenzamos el asistente
Observen en el siguiente cuadro que puedo mover la máquina virtual, o sólo el disco de la virtual.
Esta es además una nueva capacidad del nuevo Hyper-V-v3, el almacenamiento puede estar en una carpeta compartida
Selecciono al servidor donde voy a mover la virtual. En este caso la moveré a Hyper1
Observen qué interesantes las opciones que nos ofrece en este paso. Se puede mover la máquina virtual, completa a una carpeta, elegir dónde moveremos cada componente, o mover la virtual sin mover sus discos
En nuestro caso seleccionaremos la opción más sencilla ya que estamos en un ambiente de pruebas: la moveremos a las ubicaciones por omisión en el nuevo servidor
Confirmamos la operación
Comienza…
Mientras observamos que sucede con los PINGs a ver si pierde conectividad
Aclaración: en mi laboratorio de pruebas, todos estos servidores Windows Server 8 (Windows Server 2012) en realidad son máquinas virtuales funcionando dentro de otra aplicación de virtualización.
Si, es verdad, XP es una virtual dentro de un servidor que también es virtual (Virtual on Virtual) 🙂
Durante esta captura de pantallas no se ha perdido ni un único PING, en pruebas anteriores, sólo un único PING desde el Hyper-V a la virtual, ninguno desde la virtual al Hyper-V
Por lo tanto, teniendo en cuenta que estamos en un ambiente “Virtual on Virtual”, limitados de recursos, y que los ambientes virtuales no son para medir rendimiento, creo que la experiencia fue realmente “muy muy muy buena”
Podemos observar que ya no se está ejecutando en Hyper2
Y que está en funcionamiento en Hyper1
Resumiendo, partiendo de dos servidor con Hyper-V en Windows Server 8 (Windows Server 2012), sin tenerlos configurados en Cluster, ni tan siquiera con un medio de almacenamiento compartido, hemos podido mover una máquina virtual funcionando desde un servidor a otro, sin perder conectividad, ni “downtime” apreciable.
Hemos comprobado el “Live Migration”. Aunque como comentamos al principio de la nota, esto no es un sistema tolerante a fallas, si cayera uno de los servidores la transferencia no se haría en forma automática como podría ser teniendo un Cluster, pero convengamos que es una opción sencilla y económica de poder seguir prestando servicio ante una situación debidamente planificada
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