De WhatsApp, el popular cliente de mensajería instantánea para smartphones, hablamos en diferentes ocasiones, aunque solo una ha sido por motivos de “regocijo”. Y es que a finales de agosto se dio a conocer que el cifrado de mensajes llegaba finalmente a WhatsApp.
Pero solo lo hizo en la aplicación de iOS. Por el contrario, las comunicaciones de los usuarios de Android se “protegen” con un ridículo hash MD5, cuyo fin en ningún caso es el de cifrar nada, sino el de comprobar que el contenido de un fichero informático es el mismo en origen y destino.
En cualquier caso, el cifrado utilizado por WhatsApp en iOS tampoco es como para tirar cohetes, tal y como detallan en Genbeta. Es más, no cubre mucha de la información que WhatsApp toma del teléfono, que continúa enviándose en un documento XML.
Hay más. Según publican en The H Security, la seguridad de la misma cuenta de WhatsApp es tan irrisoria que usando una red Wi-Fi abierta se corre el riesgo de que la cuenta quede permanentemente hackeada, sin que se pueda hacer nada. En otras palabras, el hacker tendría acceso completo a tu cuenta siempre.
La recomendación es obvia: no uses WhatsApp. Evítalo siempre que puedas. Pero claro, con el éxito que tiene la aplicación, la gente simplemente se mueve con la corriente, cada vez son más, y cada vez es más fácil que amigos y familiares lo utilicen.
Si no estás por la labor de dejar un, por otra parte, comodísimo servicio como es WhatsApp, ten al menos cuidado de las redes en la que lo utilizas. Y quéjate. Una forma de que los desarrolladores se enteren bien de los fallos de su software es, por ejemplo, redactar críticas y poner puntuaciones bajas en las tiendas de aplicaciones, léase Marketplace, Google Play, App Store, etc.
Y recuerda que también hay alternativas centradas ex profeso en la seguridad, es el caso de Wickr.
Vía: MuySeguridad.net