En pocos meses Windows 10 se ha convertido en el Sistema Operativo por excelencia, tanto en ámbito empresarial como particular, para ello Microsoft ha tenido que conseguir una perfecta versatilidad en ambos entornos, algo que a su vez puede suponer un riesgo de distracción para los usuarios de una empresa.

Desde hace mucho tiempo, Windows permite restringir la ejecución e incluso instalación de ciertas aplicaciones o apps sin necesidad de herramientas externas de gestión, el problema es el ir clasificando y diferenciando las apps de negocio de las de consumo.

Afortunadamente, Microsoft nos proporciona dos sencillas opciones que evitarán instalar cualquier app de consumo (Twitter, Candy Crush, …) en los equipos de nuestros usuarios:

Política de grupo:

Registro de Windows:

…así de sencillo! 🙂