Debate21 

“Yo opino que… ¡hay que salir… comunicarse! Salgamos a las calles y marchemos y protestemos en lugar de quedarnos en casa con nuestro blog. No sería un experimento fantástico desconectar la red por cinco años y ver la producción artística en el período«, Elton John en The Sun, recogido en DiarioTI.com

Hace unos días en Presidente de Bielorrusia proclamo la necesidad de controlar y censurar Internet. Hace unos meses el Gobierno Chino expreso su intención de realizar una censura basándose en la moral y costumbres tradicionales. En este último caso no sabemos a que tradición se refieren.

Es cierto que una dictadura tiene todo el miedo posible a la libre expresión y la moral o las costumbres siempre son los valores a defender como excusa.

La posición de Elton parece más sana, más jovial. No sé si apagar Internet es posible (es exactamente lo que tendría que hacerse). Habría que ver las implicaciones en términos de seguridad, en todos los sentidos y sectores. Pero es más un grito para llamar la atención sobre como se ve a veces Internet: una solitaria relación con una maquina.

En el sentido estricto habría que apagar consolas de juegos y no todos. El pobre Elton ve más vida en sus conciertos o en las manifestaciones del orgullo gay, por ejemplo, que esta nueva forma de comunicarse con más personas, de más lugares y por más tiempo que hayamos visto.

La generación de Elton, la de políticos y lideres de movimientos sociales, que pasan de los 50 años, ya no tienen tirón para seguir siéndolo en este nuevo mundo. Recurren a la nostalgia de los 70 cuando primaban los sentidos, lo físico, lo genital por encima de la cultura, lo espiritual y el amor.

La cercanía de lo local en lo global es toda una paradoja. Ahora tengo miles de ventanas por donde asomarme a mi ciudad natal, a mis aficiones, intereses profesionales. Ahora puedo seguir el rastro de cada iniciativa, compartir mi vida sin gastar un duro en viajes y, cuando tengo que viajar, pueblo mi agenda de citas con personas con las que tengo más que amistad.

Desconectar Internet cinco años y ver que pasa. Flower power, otra vez, no por favor.

Siendo hippie en alguna capa de mi alma, retroceder cinco años, en este nuevo mundo, son 100 en el viejo.